Desde la trinchera....

El día de hoy, después de haber visto la película de Julia & Julie, me sentí inspirada para compartir muchos detalles, información y formación que llega a nuestras manos y a menudo se queda ahí, sin llegar a otros.


El blog se llama desde la trinchera porque a menudo la vida diaria es una lucha, donde ganamos y perdemos, donde trabajamos y nos desgastamos; donde tenemos compañeros de lucha; éxitos y fracasos. Y de compartir nuestras experiencias podemos sacar nuevas luchas, nuevas ideas y nuevas aspiraciones.



¿Cuáles son las tuyas?







miércoles, 24 de julio de 2013

Rosas, espinas, decisiones y consecuencias.


ROSAS, ESPINAS, DECISIONES Y CONSECUENCIAS

Por: Ing. Karina Talamás de Cadena

            Llevo días observando la ventana, es hermoso observar diferentes pájaros que se acercan, el poder escuchar sus cantos y admirar su belleza. Sin embargo, empiezo a tener un problema: se comen las croquetas de nuestras perritas y nos dejan todo sucio. De pronto la plácida contemplación del ave acaba cuando veo el desastre que dejan detrás. Y entonces he estado pensando en la solución: o quito las croquetas o limpio detrás de los pájaros.

            Pensando me di cuenta, de que al final todo se reduce a decisiones y sus consecuencias, el bien o mal que se hace o se deja de hacer; el precio que estamos dispuestos a pagar; el tiempo a invertir. Debo aceptar que use toda la creatividad posible para poder quedarme con la mejor parte de todo, quería pájaros y un lugar limpio…. Pero en realidad por más que lo desee, tengo que renunciar a una de las dos cosas. Este es en gran parte un reto para nuestros días, queremos todo, pero sin pagar el precio: galletas que no engorden, matrimonios que funcionen sin esfuerzo, elegir en que gastar el tiempo pretendiendo que nadie más pagara la factura; carreras exitosas con familias funcionales…  la lista sería interminable.

            La frase de una canción viene a mi cabeza, establece con claridad lo que nos ayudaría a tomar decisiones más realistas y sensatas: “O aprendes a querer la espina o no aceptes rosas”. Me queda claro que es necesario aceptar el reto de aprender a renunciar, porque cada decisión lo implica: opto por algo y renuncio a algo más. Asumir las consecuencias de lo que hago y decido  no solo me ayudará a crecer como ser humano, sino me ayudará a tener claro que más vale equivocarse por amor, que por egoísmo; más vale tener rosas, sabiendo que lo que verdaderamente vale la pena, cuesta. Cada uno a su manera tendrá que decidir, si es más la espina o la rosa. Una vez hecha la elección, hay que mirar al frente y seguir adelante, buscando siempre lo mejor.