Desde la trinchera....

El día de hoy, después de haber visto la película de Julia & Julie, me sentí inspirada para compartir muchos detalles, información y formación que llega a nuestras manos y a menudo se queda ahí, sin llegar a otros.


El blog se llama desde la trinchera porque a menudo la vida diaria es una lucha, donde ganamos y perdemos, donde trabajamos y nos desgastamos; donde tenemos compañeros de lucha; éxitos y fracasos. Y de compartir nuestras experiencias podemos sacar nuevas luchas, nuevas ideas y nuevas aspiraciones.



¿Cuáles son las tuyas?







jueves, 28 de junio de 2012

Y del Amor ... ¿Qué?

Y del amor… ¿qué?
Ing. Karina Talamás de Cadena      Junio 2012

Hoy en día se habla de amor por todos lados,  en las canciones (algunas a favor, algunas en contra), en películas, videos, novelas. Busqué la definición y encontré en el diccionario de la Real Academia Española la siguiente definición: “Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser. “ Sin embargo esta no llega más que a la parte más básica, a una definición a medias de lo que es en realidad.      

No me considero con los conocimientos, o la capacidad de dar una definición propia del amor, pero si puedo decir que tengo la fortuna de haberlo visto y vivido de muchas maneras a diario.  ¿Quién que goce del don de amar y ser amado, puede a  veces sentir ausente el sentimiento y sin embargo, saber que se daría hasta la vida por su esposo u esposa?¿Quién no siente el corazón romperse tras la desilusión de un hijo que llora entre nuestros brazos?¿Quien no desea correr a los brazos de su madre después de tener a su primer hijo para decirle un “gracias mamá”, que las palabras no pueden expresar?¿Quien no ha contemplado a un niño en la calle sentado entre tierra, jugando con un pedazo de cartón o una piedra, y enviarle a lo lejos a su madre (que está vendiendo chicles) la más dulce sonrisa de amor y agradecimiento?¿Quien no ha visto arrodillarse con la edad avanzada en las rodillas a una persona ante Jesús Eucaristía?¿Quien no ha tenido que sonreír y dar esperanza cuando por dentro se siente desgarrada?¿Quien no sonríe ante la dulce imagen de dos enamorados de 20 o de 80 años?. Todos sin duda conocemos el amor, el verdadero, no el impostor que nos venden barato en el mundo hoy.

El amor verdadero, el que es para siempre, no se encuentra en un disco, ni en aplicaciones, ni en el ciberespacio. Ese amor se encuentra en todas partes esperando a ser descubierto, nos sorprende a cada paso, en la sonrisa del desconocido, en la amabilidad de quien nos abre una puerta, en aquellos que pronuncian “Que Dios lo bendiga”, pero sobre todas las cosas lo encontramos en aquel que por amor se hizo hombre y espera cada minuto por nosotros, con el corazón en llamas y los brazos abiertos; el amor que busca el corazón del hombre y la mujer, puede sentirse pleno solo cuando se acerca a Dios, cuando el llena nuestras expectativas por ser el único que nunca falla, que nunca abandona, que siempre ama. Y entonces cuando nosotros le damos entrada, podemos sentir la gran necesidad de darlo a otros, es ahí cuando somos capaces de romper el caparazón del egoísmo y los propios límites, cuando entiendo que no soy yo, sino El quien todo lo puede y en los misterios de su amor ha querido contar con nosotros para amar y comprender a los demás. 

Es ahí cuando miramos la cruz, que entendemos que no amamos para ser felices, sino para hacer feliz al otro; cuando se da la vida por el bien de los demás, se encuentra paradójicamente el bien propio y la ansiada felicidad. Pero es difícil amar con esta medida, sin la experiencia de sentirse amado por El. Así que haz la prueba, ama (como decía Santa Teresa) hasta que duela. O bien nos quedamos con la frase de San Agustín “Ama y haz lo que quieras”.

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